Prácticamente todas las ramas artesanales existentes tienen
su representación en Chiapas. No hay que olvidar que todas estas expresiones
artísticas se hacen en primer lugar para satisfacer las necesidades de los
pueblos productores, tanto para uso diario como ceremonial.
El más importante productor de cerámica es Amatenango del
Valle, cuyos objetos (ollas, cántaros y otros) se forman manualmente, se queman
en fogata y se venden en toda la región. Las niñas se sientan junto a sus
madres alfareras, toman un poco de barro y forman figuras, principalmente de
animales. De esta manera aprenden jugando el oficio de sus mayores. Hay muchos
otros sitios donde se producen piezas de barro en el estado.
En Chiapa de Corzo se hacen objetos laqueados, adornados con
motivos florales multicolores, principalmente nichos para santos, pequeños
baúles y toda clase de bules, en primer lugar jicalpextles, una variedad enorme
de jícaras que se usan en los pueblos del Istmo de Tehuantepec para ciertas
procesiones, como la ceremonia de la tirada de las frutas.
La juguetería es muy variada en todo el estado. Se emplean
toda clase de materiales y frecuentemente tienen muy sencillos mecanismos que
los hacen móviles.
Se usan varios metales: en Tuxtla Gutiérrez se hace una fina
joyería de oro y en San Cristóbal de Las Casas se trabaja la plata. Es de
notarse que en Simojovel se encuentran los únicos bancos de ámbar que existen
en el país, material con el que se produce una interesante joyería con ese
fósil. De hierro se hacen unos llamadores para las puertas en forma de animal,
así como unas hermosas cruces que se acostumbraban colocar como protección en
los techos de las casas. En Tuxtla Gutiérrez se producen grandes candeleros y
otros objetos de hoja de lata.
Donde quiera que hay danzas se tallan máscaras. Hay ceras
para todos usos, entre ellas velas bellamente escamadas. En varios lugares se
hacen cestos, petates y redes anudadas para el transporte de toda clase de
objetos.
Pero indudablemente los textiles ocupan el más importante
lugar entre las artesanías del estado. Las mujeres se ocupan en tejer en telar
de cintura hermosas telas que sirven tanto para su indumentaria y la de los
hombres, como para toda clase de lienzos ceremoniales o decorativos. Se usan
lana y algodón, muchas veces combinados en una sola prenda, y frecuentemente la
lana se colorea con tintes naturales. Por la complejidad de estos textiles y la
tradicionalidad de sus diseños brocados, estas prendas tienen gran demanda
entre los visitantes.
Se han asociado algunos grupos de artesanas que venden sus
productos en conjunto. Entre ellos destaca Sna Jolobil, un grupo formado por
indígenas de varios pueblos que cuidan la calidad de su trabajo y venden
verdaderas obras de arte.

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