La gran cultura maya fue heredera de los logros y avances de
las culturas zapoteca y olmeca. En territorio chiapaneco, los mayas se
establecieron y fundaron grandes ciudades, legado del florecimiento de una
cultura organizada en clases sociales jerárquicas que gobernaban ciudades
independientes dentro de un mismo imperio.
A partir del declive de esta gran cultura, las ciudades
fueron abandonadas y los violentos indios chiapas se apoderaron del territorio;
subyugando a otras civilizaciones prehispánicas de la región como los zoques,
mames y tzeltales.
En 1521, los conquistadores que controlaban la Villa del
Espíritu Santo en Coatzacoalcos, iniciaron la expedición para conquistar
tierras chiapanecas. El primer intento fue un fracaso gracias a la ferocidad de
los guerreros chiapas, pero cuando el español Diego de Mazariegos arribó con un
ejército mejor organizado, estableció la Villa Real de Chiapas, hoy San
Cristóbal de las Casas, en honor del obispo de Chiapas, Fray Bartolomé de las
Casas, quien en 1945 se establece en esta villa para luchar incansablemente por
los derechos de los indígenas.
Los evangelizadores dominicos se establecieron aquí en 1935
y comenzaron a construir conventos, educar a los indígenas y fundar villas. En
1949 se declara la abolición de la esclavitud y la servidumbre sin goce de
sueldo de tierras chiapanecas.
Durante la guerra de independencia mexicana Chiapas no
participa. Su cercanía con Guatemala ha contribuido a que se sienta separada
del resto del territorio mexicano y la región del Soconusco es controlada por
el gobierno centroamericano intermitentemente hasta 1842 cuando el entonces
presidente de México, Antonio López de Santa Anna, emite en decreto su anexión
definitiva a nuestro país.
El resto de la entidad se proclamó durante 1823, como
territorio independiente tanto de México como de Guatemala; pero al año
siguiente, sus habitantes votaron por pertenecer de nuevo a la jurisdicción
mexicana.
A pesar de la abolición de la esclavitud y de la lucha de
los misioneros evangelizadores por los derechos indígenas, los miembros de las
diversas etnias eran considerados por la sociedad colonial como ciudadanos de
segunda clase y eran objeto de abusos constantes. Debido a esto, los tzotziles
radicados en San Cristóbal de las Casas, 1869, se levantan en armas contra la
injusticia de que son objeto y recuperan su derecho a la tierra. A este
enfrentamiento se le conoce como la Guerra de las Castas.
Hasta este momento, San Cristóbal era la capital del
territorio chiapaneco; sin embargo en 1892, el gobernador Emilio Rabasa cambia
la sede del poder estatal a Tuxtla Gutiérrez. En 1911, los habitantes de la
antigua capital chiapaneca se pronuncian a favor de retomar la designación de
capital.
En las décadas siguientes, el estado continuó su proceso
hacia la modernización y se llevaron a cabo la reforma agraria, se organizan
los trabajadores en sindicatos, inicia la extracción petrolera en el estado, se
crea el Instituto de Ciencias y Arte de Chiapas, etc.
Sin embargo, la desigualdad social que ha perseguido a este
territorio desde sus inicios continúa presente, y en 1994, el autoproclamado
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levanta en armas desde las
profundidades de la selva chiapaneca para protestar por las injusticias de las
que los pueblos indígenas son objeto y reclamar la autonomía de sus
comunidades.