jueves, 22 de octubre de 2015

HISTORIA DEL ESTADO DE CHIAPAS

La gran cultura maya fue heredera de los logros y avances de las culturas zapoteca y olmeca. En territorio chiapaneco, los mayas se establecieron y fundaron grandes ciudades, legado del florecimiento de una cultura organizada en clases sociales jerárquicas que gobernaban ciudades independientes dentro de un mismo imperio.



A partir del declive de esta gran cultura, las ciudades fueron abandonadas y los violentos indios chiapas se apoderaron del territorio; subyugando a otras civilizaciones prehispánicas de la región como los zoques, mames y tzeltales.


En 1521, los conquistadores que controlaban la Villa del Espíritu Santo en Coatzacoalcos, iniciaron la expedición para conquistar tierras chiapanecas. El primer intento fue un fracaso gracias a la ferocidad de los guerreros chiapas, pero cuando el español Diego de Mazariegos arribó con un ejército mejor organizado, estableció la Villa Real de Chiapas, hoy San Cristóbal de las Casas, en honor del obispo de Chiapas, Fray Bartolomé de las Casas, quien en 1945 se establece en esta villa para luchar incansablemente por los derechos de los indígenas.

Los evangelizadores dominicos se establecieron aquí en 1935 y comenzaron a construir conventos, educar a los indígenas y fundar villas. En 1949 se declara la abolición de la esclavitud y la servidumbre sin goce de sueldo de tierras chiapanecas.

Durante la guerra de independencia mexicana Chiapas no participa. Su cercanía con Guatemala ha contribuido a que se sienta separada del resto del territorio mexicano y la región del Soconusco es controlada por el gobierno centroamericano intermitentemente hasta 1842 cuando el entonces presidente de México, Antonio López de Santa Anna, emite en decreto su anexión definitiva a nuestro país.

El resto de la entidad se proclamó durante 1823, como territorio independiente tanto de México como de Guatemala; pero al año siguiente, sus habitantes votaron por pertenecer de nuevo a la jurisdicción mexicana.

A pesar de la abolición de la esclavitud y de la lucha de los misioneros evangelizadores por los derechos indígenas, los miembros de las diversas etnias eran considerados por la sociedad colonial como ciudadanos de segunda clase y eran objeto de abusos constantes. Debido a esto, los tzotziles radicados en San Cristóbal de las Casas, 1869, se levantan en armas contra la injusticia de que son objeto y recuperan su derecho a la tierra. A este enfrentamiento se le conoce como la Guerra de las Castas.
Hasta este momento, San Cristóbal era la capital del territorio chiapaneco; sin embargo en 1892, el gobernador Emilio Rabasa cambia la sede del poder estatal a Tuxtla Gutiérrez. En 1911, los habitantes de la antigua capital chiapaneca se pronuncian a favor de retomar la designación de capital.

En las décadas siguientes, el estado continuó su proceso hacia la modernización y se llevaron a cabo la reforma agraria, se organizan los trabajadores en sindicatos, inicia la extracción petrolera en el estado, se crea el Instituto de Ciencias y Arte de Chiapas, etc.

Sin embargo, la desigualdad social que ha perseguido a este territorio desde sus inicios continúa presente, y en 1994, el autoproclamado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levanta en armas desde las profundidades de la selva chiapaneca para protestar por las injusticias de las que los pueblos indígenas son objeto y reclamar la autonomía de sus comunidades.

Con bases en un cuerpo clandestino de izquierda que se preparó por años en tácticas militares y con el objetivo de derrocar al entonces presidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari por su férrea defensa del neoliberalismo, esta facción revolucionaria se colocó en los titulares de las publicaciones internacionales más importantes del planeta. Defensores de los derechos humanos y observadores internacionales dirigieron sus esfuerzos a la “causa zapatista”. Pero el gobierno mexicano no estaba dispuesto a permitir que un grupo insurgente afectará la imagen y el desempeño económico del país, quien estaba en vísperas de firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con sus países vecinos de Canadá y Estados Unidos.

Atractivos Turisticos

Un sin número de bellezas naturales, vestigios arqueológicos, ciudades coloniales, pueblos pintorescos, culturas vivas, tradiciones y modernidad conforman el maravilloso mosaico cultural que es Chiapas. Es además, la puerta de entrada a Centroamérica y el inicio de la Ruta Maya. Su extensión territorial de 75,634 km2 lo ubica como el octavo estado más grande de la República Mexicana.

Enclavado en el Sureste de México, Chiapas ofrece una gama infinita de posibilidades al viajero que busca tener una experiencia auténtica e inolvidable. Tanto para el turista ávido de experiencias culturales nuevas como para el amante de la naturaleza y del turismo alternativo en sus diversas variantes, Chiapas reúne las características necesarias para satisfacer hasta los gustos más exigentes.




CIUDAD MAYA DE PALENQUE


En el estado del sur mexicano, Chiapas, la cultura y la historia maya perviven en las ruinas y pueblos, muestra de ésto es la ciudad maya de Palenque, la mayor ciudad maya de Chiapas, declarada Patrimonio dela Humanidad por la UNESCO el año 1987.












PALAPA


Una palapa es una vivienda al aire libre con techo formado con palmas secas y soportes de madera de palma y es quizá uno de los aportes arquitectónicos y de identidad regional más significativos que la cultura filipina legó al Occidente mexicano, ya que por el clima estas palapas podía resistir el calor de la región y provocar frescura, además de su barata construcción. Sin duda una construcción muy típica del esado de Chiapas.





PUERTO ARISTA

Son 32 kilómetros de mar abierto, con olas altas, arena fina y palmeras los que hacen de Puerto Arista el principal destino de sol y playa en el estado de Chiapas. Puerto Arista ofrece las actividades convencionales de otros centros plateros: excursiones en lancha para pesca deportiva, alquiler de cuatrimotos y paseos a caballo. En las tranquilas playas, la puesta de sol es un espectáculo digno de verse.



SITIO ARQUEOLÓGICO DE BONAMPAK

Entre los sitios arqueológicos que ya son un ícono del estado de Chiapas, se encuentra Bonampak que cuenta con los murales más finos de la cultura maya hasta ahora descubiertos. Bonampak se encuentra situado en la Selva Lacandona, a 30 kilómetros al sur de la gran ciudad de Yaxchilán y de la frontera con Guatemala. En él existen varios edificios de mediano tamaño, que circundan la plaza central. Sin embargo, debe su fama a los murales que se localizan en uno de sus edificios conocido con el nombre de Templo de los Murales.




TEMPLO DE LAS INSCRIPCIONES 

Ubicado en Palenque, Chiapas, es uno de los ejemplos más impresionantes de la cultura en Chiapas. Este templo ceremonial-funerario, Templo I o Templo de las Inscripciones, fue construido en el año 675 d.C. por los mayas, es la edificiación más alta y de más importancia de las construcciones de la antigua ciudad del paríodo maya-clásico-tardío. 









RUINAS ARQUEOLÓGICAS TENAM PUENTE

Estas ruinas mayas se encuentran ubicadas en el estado de Chiapas, a tan solo 10 kilómetros de la ciudad de Comitán sobre una colina que fue modificada para crear una serie de terrazas sobre las que distribuyen los edificios, las plazas y las canchas del juego de pelota. Desde Tenam Puente se aprecia una panorámica excepcional de los llanos de Comitán.




LAGOS DE COLON 
En el estado de Chiapas se encuentra este conjunto de 31 bellos lagos que poseen unas corrientes subterráneas con bellas coloraciones de tono verde esmeralda. Se encuentran pobladas de pequeños peces y el entorno se complementa con manchones de selva y vegetación tropical en la que habitan aves y fauna típica de la región.











TEMPLO DE LA CRUZ 


En la ciudad maya de Palenque, ubicada en el estado de Chiapas, se constituye de diversas estructuras principales, una de ella es el conjunto de las cruces, formado por el Templo de la cruz, el Templo del sol, y el Templo de la cruz foliada. Se trata de un conjunto de templos sobre pirámides escalonadas, cada uno con elaborados relieves en su interior.



ARCO DEL TIEMPO
El Arco del Tiempo es un arco de piedra natural de 180 metros de altura, uno de los más grandes del mundo en su género ubicado en el cañón del río La Venta, en el estado de Chiapas. El cañón es una barranca de 80 kilómetros de largo con paredes de hasta 400 metros de alto y angosturas en ocasiones de tan sólo diez metros. Aquí podemos encontrar cuevas y cascadas en sus paredes y miradores, además del impresionante Arco del Tiempo.







EL CHIFLON 
Es la cascada más impresionante de Chiapas, cuando menos por su altura. Su caída escalonada dicen que alcanza los 120 metros de altura. Y como el Río San Vicente que le da origen es muy caudaloso todo el año, aquello le quita el aliento a quienes la ven por primera vez. Se llega a ella por senderos de más de 1 kilómetro de largo. Primero se avistan los llamados El Suspiro y Ala de Ángel y finalmente el llamado Velo de Novia. En todos hay pozas naturales y miradores.
  

CASCADA DE AGUACERO
La hermosa cascada del Aguacero es considerada como parque natural del estado de Chiapas, cuenta con una serie de cuevas, de las que se destaca la cueva El Encanto que cuenta con un río subterráneo y una caída de agua que desciende por una pared cubierta de musgos y helechos. Esta cascada es el punto de inicio del recorrido por el Cañón Río la Venta.












CASCADAS AGUA AZUL
En el estado de Chiapas se encuentran las Cascadas de Agua Azul, en el camino a las ruinas de Palenque, cerca de la localidad de Ocosingo. Lo más destacado de este lugar es el ruido atronador del salto de agua y el color turquesa del lago.



















CAÑON DEL SUMIDERO 
Este cañón es una falla geológica que se abrió hace aproximadamente doce millones de años en la Sierra Norte de Chiapas. Por su singular belleza y su importancia histórica, el ícono de Chiapas está nominado para una de las "Nuevas 7 Maravillas Naturales" como único representante de México en este concurso internacional.


















LAGOS MONTEBELLO
Ubicados en el centro de Chiapas,, lops Lagos Montebello fueron declarados Parque Nacional en 1959. Está integrado por más de 50 lagunas, entre las que destacan la de Montebello (la más conocida), Cinco Lagos, La Encantada, Ensueño, Esmeralda Pojoj y Tziscao, todos reodeados de pinares, bosques de encino y selvas.












CASCADAS DE MISOL-HA
Rodeadas por una exhuberante vegetación selváticas las cascadas de Agua Azul y Misol-Ha son el complemento natural a las ruinas de Palenque. Ubicadas en el estado de Chiapas y por su belleza cada vez se ha incrementado el número de sus visitantes nacionales y extranjeros. Por su agradable entorno natural y por la facilidad de su acceso, este atractivo tiene todos los elementos para realizar actividades ecoturísticas.



















martes, 20 de octubre de 2015

TRADICICIONES Y FIESTAS

Una rica y complicada gama de costumbres y creencias conviven de manera increíble en la región chiapaneca, pues cada uno de los grupos étnicos que ahí habitan posee hondas raíces y tradiciones cuyos orígenes, en algunos casos, se pierden en el tiempo y en los recónditos secretos de la historia de sus más antiguos ancestros: los mayas de la época Clásica. Así, en el amplio territorio que hoy ocupa el estado de Chiapas se encuentran los grupos tzeltal, tzotzil, chol, zoque, tojolabal, lacandón y mame.

De los lacandones se sabe que su número es muy reducido y que se encuentran muy aislados en la zona de Montes Azules. Los mames, por su parte, casi han desaparecido, pues su lengua y costumbres están casi relegadas por completo. No obstante, todos estos grupos comparten un número importante de rasgos culturales similares, como la lengua, la

vestimenta y principalmente las creencias, como los pensamientos acerca de la vida y de la muerte, la naturaleza, la religión entre católica y pagana, los grupos familiares, los niños, las mujeres y los ancianos, entre otras de las cosas que conforman su amplio mundo de símbolos e imágenes míticas y mágicas.

Uno de los lugares en donde mejor se palpa este mágico sentido es tal vez el día de mercado en San Cristóbal de Las Casas, pues ahí se dan cita personajes de distintas comunidades entre el bullicio y la algarbía de cientos de vendedores de frutas, legumbres, animales, telas, artesanías y un sinfín de objetos útiles para todas las cosas de la vida diaria, en un marco en el que resaltan los coloridos trajes de distintas áreas de la entidad.

Sin duda otra importante muestra la podrá vivir en los poblados de San Juan Chamula y Zinacantán, donde las celebraciones religiosas, al interior de los templos católicos, alcanzan niveles mágicos, pues las luces y el humo de las velas se mezclan con las oraciones en varias lenguas indígenas y el olor a aguardiente, todo ello en medio de un ambiente de gran misticismo.

Ciertas festividades, sobre todo el carnaval, se celebra en todos los pueblos de Los Altos. El de San Juan Chamula es especialmente notable por los elementos prehispánicos que contiene. Personajes importantes son los monos, danzantes que cubren su cabeza con una piel de mono, en la mitología maya, el simio era un animal alegre, representante de la música y la danza. El martes de carnaval se extiende un camino de zacate, se le prende fuego y los monos, junto con las autoridades locales, corren sobre la lumbre encendida. Este rito se acostumbra entre los mayas al inicio de cada cuatro años. Junto con las ceremonias descritas hay agregados posteriores; por ejemplo se habla de una guerra, haciendo referencia a varios acontecimientos bélicos de la segunda mitad del siglo XIX.


Es costumbre que en cada barrio las caretas se guarden durante el año en casa del mayordomo, de cuyo altar doméstico las recogen los danzantes. Todos los parachicos son encabezados por un patrón, quién lleva una máscara distintiva. Grupos de mujeres, ataviadas con el traje chiapaneco, acompañan a los danzantes. La fiesta termina en el río Grijalva, con un lucido “combate naval” escenificado desde varias canoas por medio de fuegos artificiales.

ARTESANIAS


Prácticamente todas las ramas artesanales existentes tienen su representación en Chiapas. No hay que olvidar que todas estas expresiones artísticas se hacen en primer lugar para satisfacer las necesidades de los pueblos productores, tanto para uso diario como ceremonial.

El más importante productor de cerámica es Amatenango del Valle, cuyos objetos (ollas, cántaros y otros) se forman manualmente, se queman en fogata y se venden en toda la región. Las niñas se sientan junto a sus madres alfareras, toman un poco de barro y forman figuras, principalmente de animales. De esta manera aprenden jugando el oficio de sus mayores. Hay muchos otros sitios donde se producen piezas de barro en el estado.

En Chiapa de Corzo se hacen objetos laqueados, adornados con motivos florales multicolores, principalmente nichos para santos, pequeños baúles y toda clase de bules, en primer lugar jicalpextles, una variedad enorme de jícaras que se usan en los pueblos del Istmo de Tehuantepec para ciertas procesiones, como la ceremonia de la tirada de las frutas.

La juguetería es muy variada en todo el estado. Se emplean toda clase de materiales y frecuentemente tienen muy sencillos mecanismos que los hacen móviles.


Se usan varios metales: en Tuxtla Gutiérrez se hace una fina joyería de oro y en San Cristóbal de Las Casas se trabaja la plata. Es de notarse que en Simojovel se encuentran los únicos bancos de ámbar que existen en el país, material con el que se produce una interesante joyería con ese fósil. De hierro se hacen unos llamadores para las puertas en forma de animal, así como unas hermosas cruces que se acostumbraban colocar como protección en los techos de las casas. En Tuxtla Gutiérrez se producen grandes candeleros y otros objetos de hoja de lata.

GASTRONOMIA


Chiapas posee una amplia tradición culinaria producto de la fusión cultural después de la conquista. En ella hay una increíble variedad de sabores y formas en las que están presentes los productos de la tierra, ocasionalmente sazonando algún raro ejemplar como el armadillo, el venado, el conejo o la iguana, por ejemplo.

Tal vez el platillo principal de Chiapas sean los tamales,que por lo menos se preparan en veintitres variedades o formas distintas; podemos mencionar los de chipilín, de bola, de cambray, untados, pictes, de azafrán, de manjar y de dulce. Estos ricos productos de masa de maíz acompañan usualmente a la sopa de fiesta, que está confeccionada con fideos, menudencias de pollo, plátanos fritos y huevo cocido en rebanadas, una verdadera fiesta para el paladar. Otra sopa exquisita es la de chipilín con bolitas, preparada con la yerba de la región llamada chipilín, que se incorpora a bolitas de masa con manteca, caldo de jitomate y granos de elote. Se prepara también un rico caldo llamado de “shutis”, confeccionado con caracol de río, chile, caldo de jitomate, epazote y yerba santa.

En platillos fuertes hay interesantes guisos como la “chanfaina”, plato casi olvidado, que se prepara con vísceras de res; otro más sofisticado es el llamado “ninguijuti”, a base de carne de cerdo con ajo, chile, jitomate, pimienta, y masa. Si no le atrae mucho probar las sorpresas culinarias de la región puede optar por el tradicional “cochito”, que no es otra cosa que un pequeño cochinito al horno, o bien probar el tasajo con chilmol. Para acompañar todo esto es necesario degustar algunas de las bebidas tradicionales, como el taxcalate, que lleva cacao, canela, achiote y maíz tostado, y el refrescante pozol, que es una bebida de masa de maíz con cacao, y no deje de probar el famoso comiteco, que es un aguardiente ligero de agave, de muy buen sabor y efectos maravillosos.